Se ha dicho con razón, que en los cementerios y en los mercados se condensa la cultura de un pueblo. Los cementerios son una forma de mantener vivo y presente el pasado ancestral. Los muertos, amados, añorados, faltantes en realidades a veces intolerables, son los dueños de un espacio donde los vivos vienen, se adornan, se alegran, se entristecen… es decir, esas formas que tiene la vida para decirle a la muerte que no siempre ganará. Moquegua resultó una sorpresa grata. Un pueblo con sencillez de sabio y con un cariño que salta a flor de piel, visita a sus muertos y lo hace lejos de sombríos y acartonados lutos. Lo hace con flores de colores impresionantes que adornan trajes y sombreros. Los hace con música y con comida, lo hace como se debe…
Este es el primer álbum de una trilogía dedicada al departamento de Moquegua. Participamos en esta aventura Verónica García, Angélica Mendoza, Jorge Bedregal, Diana Carolina Calle, Katy Valcárcel y Reynaldo Bedoya.
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