Una sola calle parece poca cosa para un trip.
Pero cuando esta tan cargada de memorias y lugarcitos entrañables, es completamente diferente.
Encontramos puertas y ventanas como guiños a nuestras cámaras, que pedían ser abiertas, retratadas y recordadas como pasajes a viejos tiempos, a ideas antiguas, a momentos de la vida de cada uno de nosotros.
Juega asi la ciudad que amamos con nuestros sentimientos, y con nuestro ayer.
Delicioso juego, en que los trippers nos hallamos resueltos a seguir hasta la última toma.
Villalba y Cruz Verde suenan como dos calles distintas: realmente una sola que serpentea desde el puente nuevo hasta el final del centro y resume en su camino cuatro siglos de historias, de sueños, de esfuerzos y vivencias reflejadas en sus paredes, en su estrechez y en su gente, que con todo, ríe siempre.
LAS CÁMARAS ESTA VEZ FUERON DE VERO, DANIELA, DIANA, JORGE, REYNALDO Y ENRIQUE, PERO LA HISTORIAS FABULOSAS DE LOS VECINOS NOS HICIERON EL DIA, NOS PERMITIERON IMÁGENES SOBERBIAS, Y SENTIRNOS UN POQUITO MAS FELICES -SI ES POSIBLE- DE HACER ESTE VIAJE DE DOMINGO, EN DÍA DEL PADRE...
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